Los filtros de un equipo de aire acondicionado retienen sustancias como el polen, los ácaros o las bacterias y contribuyen a nuestro bienestar
Tener aire acondicionado en casa, en la oficina, en tu tienda… es un placer. Nos hace la vida más agradable, sencilla y… productiva. Imagina lo complicado que sería rendir en muchos trabajos con 40 de grados o más de temperatura en la estancia.
Cuando el calor aprieta, una atmósfera fresca ayuda, qué duda cabe.
Y bien mirado, el aire acondicionado no supone, en general, un gasto excesivo en nuestra factura energética. Un calefactor eléctrico de 2 kW. de energía térmica consume 2 kW. de energía eléctrica; mientras que un equipo de aire acondicionado actual, para transferir 4 kW. de energía térmica, consume 1 Kw. de energía eléctrica.
Como se puede apreciar, para la misma energía térmica, un equipo de aire acondicionado bomba de calor actual consume la cuarta parte de una calefacción eléctrica.
Es importante utilizarlo adecuadamente. Te damos algunos consejos sobre cómo ahorrar energía con el aire acondicionado.
Pero el aire acondicionado, además de para refrescarnos, sirve para otras cosas también muy interesantes relacionadas con nuestra salud. Y todo gracias a los filtros.
Antes de nada debes saber que todas las unidades cuentan con filtros de serie. Es importante su limpieza y desinfección, ya que sólo así conseguiremos que sean eficaces, esto es, que circule el máximo caudal de aire y puedan retener todas las partículas posibles. Si no se limpian, te estarás perdiendo todas las ventajas que ofrecen.
Por ejemplo: si eres alérgico al polen, al polvo o a los ácaros, los filtros te hacen un gran favor al bloquear su circulación por el aire que respiras. Y también la de otros agentes indeseables para nuestro bienestar, como ciertos virus y bacterias.
Evitarás el molesto picor de ojos y los estornudos. En definitiva, estarás más cómodo, que es de lo que se trata. En EUSKO KLIMA llevamos más de 20 años dedicados a esto, a hacer que las personas se sientan bien.
Pero, ojo, insistimos: no olvides que los filtros acumulan suciedad y hay que limpiarlos. De lo contrario, no cumplirán bien su función y, añadido a ello, la unidad trabajará peor y el gasto energético aumentará. La limpieza de los filtros es sencilla y puedes hacerla tú mismo. En caso de que tu equipo sea del tipo conductos, la limpieza será más costosa por la dificultad de acceso a los mismos, y deberás ponerte en manos de profesionales.
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