Hay dos tipos:

  • Uno de carácter obligatorio (según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios). Depende de la potencia térmica de los equipos y el tipo de locales que atiende. Enfocado a la seguridad industrial y a la eficiencia energética.
  • Otro es de carácter voluntario, y la frecuencia se determina en función del número de horas que funcionan los equipos y las condiciones de trabajo de las mismas.
    Este está más enfocado a la higiene de la instalación y del aire que respiramos dentro de los locales, así como a la prevención de averías y eficiencia energética.

El mantenimiento es una de las cuestiones más importantes para el buen funcionamiento del aire acondicionado. Te recomendamos que limpies y desinfectes los filtros al menos dos veces al año (acumulan bastante suciedad). De lo contrario, la unidad trabajará peor y el gasto energético aumentará. Esta limpieza es sencilla y puedes hacerla tú mismo, salvo que tu equipo sea del tipo de conductos; en ese caso, deberás ponerte en manos de profesionales. Y al menos una vez al año la empresa instaladora deberá hacer una revisión a fondo del condensador (que también se van ensuciando con el uso), el intercambiador de calor exterior, el nivel de gas refrigerante, consumo de los motores…

OTRAS PREGUNTAS FRECUENTES

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